Desde el punto de vista de la naturaleza del medio, el cine es un arte mixto; aglutina prácticamente todos los elementos de las artes escénicas, sonoras, visuales, simbólicas y virtuales. Desde el punto de vista del trabajo a realizar, el cine continúa presentándose como un arte mixto de sentido espacial y temporal. Desde el punto de vista de las formas de expresión, el cine es un arte de expresión compleja: es audiovisual, digital, multimedia, plástico, dinámico, verbal, gestual, etc. (Beardsley y Hospers, 1997).
El cine ha estado presente en el siglo XX en las escuelas y en los centros de la sociedad civil en donde, mediante sesiones informativas se ha aprendido a reflexionar sobre cómo hay que ver una película y cómo puede ser juzgada, atendiendo a las perspectivas técnica, estética y moral. Tan grande y diversa ha sido su implantación que, en el lenguaje pedagógico, tiene significado específico el cine educativo, instructivo, didáctico, divulgador, documental, formativo, recreativo, etc. (Diccionario de Pedagogía, 1970).
El cine es un arte y como tal pertenece al área de experiencia de las artes, la cual es susceptible de intervención pedagógica. Para este fin, requiere del uso de formas de expresión genuinas y comunes para trabajar las dimensiones generales de intervención cognitiva, afectiva y volitiva en los educandos.
Como profesionales de la educación estamos obligados a no confundir las tres acepciones posibles de las artes como problema de educación:
- Cine como ámbito general educativo que aporta valores educativos igual que cualquier otra materia.
- Cine como ámbito de educación general, es decir, como ámbito que forma parte de la educación común de los escolares y desarrolla el sentido estético y artístico atendiendo a la experiencia cinematográfica.
- Cine como ámbito de desarrollo profesional y vocacional.
La programación de Criaturas y de Teenage Riot que Curtocircuíto oferta a los centros educativos se enmarca dentro de las dos primeras acepciones, y pretende funcionar como acción para educar en y con valores dentro del ámbito general de educación y del ámbito de la educación general. El objetivo es fomentar e imprimir valores y aspectos válidos para la vida y para la formación del educando como ciudadano. Hablamos sobre todo de valores estéticos, sociales y morales (respeto, tolerancia, solidaridad, justicia, etc.). Trata de ser una pequeña muestra de las potencialidades de la educación artística como herramienta de gran utilidad para crear espectadores críticos y personas civilizadas. Es muy importante cultivar la curiosidad y la capacidad de asombro ante lo cotidiano. Cuando formulamos la educación por un arte, estamos a hablar de las artes como instrumentos de comunicación genuinos. Herbert Read, en su obra Educación por el Arte, propone acercar a las personas el lenguaje de las diferentes disciplinas artísticas para que sean capaces de comunicar y expresar, y así desarrollar las competencias individuales y sociales a través de la experimentación, la sensibilización, la creatividad y la imaginación. Las artes como base de la educación son un problema emergente en el ámbito de la pedagogía, pero una tesis antigua, formulada ya por Platón cuando afirma que las artes deben ser uno de los pilares básicos de toda educación que se precie.
¿Por qué trabajar con cortometrajes?
Trabajando la educación “con” y “en” valores a través del cine: el corto como herramienta educativa
Los recursos audiovisuales siempre son atractivos para los niños y los adolescentes, pues son una forma atractiva y dinámica de captar su atención. Por las características de los cortos, siendo su mayor potencialidad el tiempo de duración, son muy aptos para trabajar con niños y adolescentes ya que nos permiten presentar un escenario, una situación o una problemática más o menos compleja pero manteniendo el factor de la motivación y de la atención gracias a su corta duración y a la capacidad de adaptar una temática o cuestión a un espacio corto de tiempo.
Se percibe desde los nuevos paradigmas pedagógicos la necesidad de poner en valor y de normalizar la práctica de la educación a través de las artes ya que, hoy en día, en nuestro país, las artes son utilizadas de forma muy residual y se continúa a percibir, por parte del profesorado, que la proyección de películas y otros recursos artísticos es una pérdida de tiempo, cuando tenemos la evidencia científica necesaria que avala su uso y que nos legitima para reafirmarnos cuando hablamos de la educación a través de las artes como un valor a aflorar que reclama su lugar en el mundo educativo.
Educamos ‘en’ y ‘con’ valores a través del cine
Programa de actividades de educación en valores a través del cine (ámbito de educación común y de educación específica). Estos programas tratan de educar la mirada crítica del espectador para poder percibir, comprender e interpretar obras cinematográficas a través del reconocimiento y la interpretación de los valores estéticos. Pero además trata de ser una sección para la educación en valores (hablamos de valores de tipo intelectuales, afectivos, volitivos, individuales, ecológicos, liberadores, morales, sociales, instrumentales, transcendentes, espaciales y temporales). En todo caso, la capacidad de emocionar de las artes es el punto de partida de esta herramienta.
- Criaturas: programa de educación en valores a través del cine. El cine de animación como herramienta educativa. [de 6 a 10 años]
- Teenage Riot: programa de educación en valores a través del cine. El cine como herramienta educativa para la construcción de la personalidad. [de 14 a 18 años]
- famZINE: el cine, además de ofrecer entretenimiento a los más pequeños, permite compartir una actividad y pasar tiempo en familia, es un estupendo recurso didáctico y una herramienta para profundizar en cualquier tema o para dar rienda suelta a la creatividad del niño. El cine tiene una influencia innegable en la vida de los adultos de nuestras sociedades, influencia que crece a medida que va descendiendo la edad. Los niños, los adolescentes y los adultos utilizamos el cine como puerta de entrada hacia el mundo de la fantasía, una relación indisociable que nos llevó a comprobar la necesidad de unir la educación de la infancia con el cine con la finalidad de aprovechar toda su riqueza para la educación en valores, ya que, las obras cinematográficas contienen y fomentan valores de diversa índole, valores necesarios para la educación del ser humano del siglo XXI. El cine tiene que dar capital importancia a los problemas fundamentales del ser humano actual en su relación con los demás y con su entorno. De esta forma entran en juego valores como la libertad, la igualdad, la solidaridad, el respeto por el medioambiente, etc., con la intención de crear un mundo en el que, por lo menos, la comunicación y el entendimiento sean realidades por las que merezca la pena luchar.
Educamos la dimensión vocacional y profesional del cine
Promoción y puesta en valor de iniciativas de educación para el cine (ámbito de educación vocacional y profesional).
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Canteiras es una actividad integrada en la programación de Curtocircuíto, que trata de poner en valor iniciativas de educación para el cine dentro de nuestra comunidad y de los centros educativos de Galicia. Desde Curtocircuíto consideramos la alfabetización audiovisual como uno de los factores clave para la formación de futuros espectadores y creadores, de artistas, autores y actores, y de públicos críticos y reflexivos. Es por eso que queremos consolidar Canteiras como bisagra entre iniciativas de educación para el cine punteras en el sector y centros que deseen incorporar la educación para lo audiovisual en el equipaje de sus educandos. Canteiras pretende ser la muestra, la puesta en valor y la promoción de prácticas modélicas que capacitan al alumnado para conocer, interpretar y expresarse a través de la creación audiovisual y de la reflexión en torno a lo audiovisual. En la XV edición de Curtocircuíto tendremos la oportunidad de, por primera vez, hacer confluir dos iniciativas de procedencias distintas para que pongan en común, dialoguen y aprendan mutuamente del trabajo que llevan a cabo en sus respectivos centros.
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#OutraCompostela es una actividad enfocada hacia la educación vocacional y profesional en el ámbito del cine. Outra Compostela surge fruto de la colaboración entre el Festival Curtocircuíto, la Universidad de Santiago de Compostela, la Film Commision y la Concellaría de Turismo, y pretende mostrar las caras y las aristas menos inmediatas de nuestra ciudad. La actividad fijada en cada edición del festival goza de carácter creativo y experimental, con el protagonismo del alumnado de la USC, en concreto de la Facultad de Ciencias de la Comunicación.
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